La Ley Sinde deja al descubierto una realidad y es que el Canon Digital no tendría ningún tipo de sentido, ya que su imposición fue por la piratería en internet. Como puede verse se deja de forma encubierta que sólo se esgrimió un motivo para que la gran industria audiovisual se nutriese de ingresos con ese Canon, pero se dejo de lado al Autor. Ahora que la descarga y los plagios en la red han hecho una profunda mella en ese gran sector aclaman una ley restrictiva, pero paradójicamente deja algo resguarnecidos los derechos del autor, por no decir que todo va vinculado a montante económico que se pierde y se busca proteger esos ingresos en lugar de ubicar un marco reglado donde el autor es reconocido y no se vulnera su aportación, ni su beneficio y a partir de ese punto la industria debería adaptarse a la nueva realidad tecnológica.
La lectura de las innumerables líneas en periódicos, diarios, webs y opiniones en la calle coinciden en que la ley es para proteger, lamentablemente no se sabe a ciencia cierta a quién.
Si la ley se aplica es lógico que un DVD de música tenga un precio de 30 Euros, es sintomático que antes de que se aplicará el Canon ese mismo DVD valiese 8 Euros. En el mundo económico el mejor negocio reside en la venta de unidades de consumo al menor precio posible para vender el mayor número de unidades si se vende caro se reducen notoriamente la adquisición de esas unidades. ¿Cuántos usuarios dejaron de adquirir esas unidades? Es fácil saber que muchos, ya que el incremento es muy superior al 100% del producto.
Si la Ley Sinde sólo contempla las restricciones pero no el marco de desigualdad que se ha creado anteriormente a ella, todo será complicar un poquito la integración tecnológica que supone internet. Y todo por una cuestión económica y no por la expansión y explotación de los recursos por parte del autor que es el que realmente ha creado las cosas.
